El protagonista me ha traído a la memoria momentos muy especiales que viví con mi abuelo, al que recuerdo con mucho cariño, ese que tanto añoramos en casa y del que tanto aprendimos todos.
La historia nos acompaña al Milán actual, con un protagonista testarudo y de fuerte personalidad pero enternecedor, único y que se hace querer poco a poco. Ensalzando a su vez la figura del anciano, haciéndolo respetable, honorable, una figura de la que aprender...
Este, vive sus últimos días entrelazando su pasado calabrés con el presente junto a su nieto. Convertirá como figura motor de su vida a este pequeño por el que reunirá fuerzas para vivir un poco más...
He disfrutado a tope de sus 195 páginas cada día. Y ahora me da pena de haberlo acabado. Necesito otra buena historia ya!
Hasta mañana! Buenas noches
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